sábado, 9 de julio de 2011

oso negro

Javier acaba de regresar de su experiencia con los caribúes migratorios de barren ground, en el Gran Norte de Québec, que le ha dejado un sabor agridulce.
Los animales este año  no acudieron a la cita debido a una migración retrasada producto de un verano muy caluroso. Apenas se vieron animales en los campamentos. Pero la gran aventura no fue en vano: el primer día de caza Javier localizó a más de un kilómetro de distancia un oso negro alimentándose de arándanos en la tundra. Tras un largo y costoso acercamiento, pudo ponerse a cien metros y abatirlo. Resultó ser un viejo y enorme macho, tan viejo que le faltaba uno de los dos colmillos superiores de su dentadura. Pocos pueden presumir de tener un oso negro cazado completamente a rececho.
AB

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